August 03, 2012

Eloisa to Abelard


The idea of erasing from our mind painful memories has been a constant companion in love stories, whether they be poems, novels, stories and movies. During the anguish of heartbreak, when two lovers cannot be together, our romantic side has always asked to forget rather than to forgive. Alexander Pope's poem "Eloisa to Abelard" is one such poem where Eloisa, having realized that Abelard will never love her the way she wants after her family has forbidden their love, seeks to forget:


No, fly me, fly me, far as pole from pole;
Rise Alps between us! and whole oceans roll!
Ah, come not, write not, think not once of me,
Nor share one pang of all I felt for thee.
Thy oaths I quit, thy memory resign;
Forget, renounce me, hate whate'er was mine.
Fair eyes, and tempting looks (which yet I view!)
Long lov'd, ador'd ideas, all adieu!
Oh Grace serene! oh virtue heav'nly fair!
Divine oblivion of low-thoughted care!
Fresh blooming hope, gay daughter of the sky!
And faith, our early immortality!
Enter, each mild, each amicable guest;
Receive, and wrap me in eternal rest!

And it is from this epistle that the movie "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" gets its name:


How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray'r accepted, and each wish resign'd;
Labour and rest, that equal periods keep;
"Obedient slumbers that can wake and weep;"
Desires compos'd, affections ever ev'n,
Tears that delight, and sighs that waft to Heav'n.

The idea of creating a way to purposely erase a memory is by far a very romantic and idealistic view of love. When we love deeply, we want to erase; perhaps we think that is the only way to move on. However, no such method exists and if it did, it would erase the one thing worth a heartbreak. If we can just forget a great love, we can also forget how we grew, what we learned and what we hope to change in the future, for with every heartbreak comes a story and with that story comes change.

http://www.monadnock.net/poems/eloisa.html

July 25, 2012

Y cuando se dice adios... (parte 3)


Mientras Alexis cuidaba a Carlos en el hospital, pensaba en toda su historia con el y le daba miedo cuando sus pensamientos se encaminaban a una vida sin el.  Ella no era del tipo de mujeres que siente que tiene que tener a un hombre para poder vivir pero la relación con Carlos le había enseñado la belleza del amor y de compartir su vida con alguien mas y de hacer de esas dos vidas unidas algo que tuviera importancia en el mundo.  ¿A caso ella, a tan joven edad, estaba preparada para emprender una vida adulta sin la compañía y el apoyo de alguien? ¿Qué pasaría con todas las actividades que hacia junto con Carlos que eran tan importantes y significativas en su vida? En estos pensamientos también se preguntaba si regresarían sus depresiones irremediables o si acaso si podría llegar a sobresalir del horrible tiempo de luto cuando una persona que acaba de perder a un ser querido no puede dejar de llorar e imaginar lo aburrido que será la vida. 
            Y en medio de una de estas conversaciones internas que solía tener Alexis especialmente durante momentos difíciles llegaron algunos de los doctores de Carlos para hablar con ella.  Los cuatro que estaban frente a ella tenían cara seria y pálida, el tipo de cara que tienen los doctores cuando tiene que avisar alguna tragedia medica de un paciente.  Alexis sintió como su corazón empezaba a latir mas rápido de lo normal y sus piernas se debilitaron por completo así como su rostro y sus pensamientos sobre su vida sin Carlos.  Estaba segura que no había sucedido ningún tipo de novedad con Carlos porque ya llevaba varias semanas en el mismo estado y las posibilidades de cualquier tipo de recuperación eran casi inexistentes.  ¿Entonces que le iban a decir que requería de un rostro tan serio y escalofriante?  ¿Acaso este era el final de un corto pero muy doloroso e intenso capitulo con Carlos?
            Los doctores empezaron con el reporte usual de las condiciones de Carlos: todo estaba igual que ayer, y el día anterior, y la semana anterior.  Uno por uno, los doctores le dieron a Alexis su reporte y Alexis trataba de escuchar las voces de los doctores sobre el sonido de su corazón.  Y después del reporte, llegaron las palabras claves: “Alexis, ahora es tiempo de discutir las posibilidades reales para Carlos.”  En ese instante, su corazón regreso a su latido normal y Alexis sintió como toda la sangre de su cuerpo fluía rápidamente por todo su cuerpo como si se hubiera detenido este proceso durante la primera parte de esta inolvidable platica.  Este era el momento en el cual Alexis tenia que estar muy despierta y conciente de lo que pasaba.  Este era el momento que le cambiaria su vida y lo que quedaba de la de Carlos y su cuerpo lo sabia y la preparo para estar alerta. 
            Los doctores comenzaron a explicarle a Alexis lo que ella ya sabia: no había ningún cambio ni negativo ni positivo en Carlos y según toda su experiencia y sus conocimientos de medicina, esta inactividad de Carlos demostraba que Carlos era lo que la gente se refería a un vegetal y lo mas probable es que así se quedara por el tiempo que Alexis quisiera.  Este era el fin del tiempo permisible para esperanzas y remedios médicos.  Lo único que quedaba era o un milagro o que Alexis tomara una decisión de que hacer con Carlos.  Para la sorpresa de los doctores, Alexis tomo las noticias muy razonablemente y pregunto sobre las opciones de que hacer con Carlos (llevárselo a su casa, “desconectarlo”, mantenerlo en el hospital mas tiempo).  Ante esta pregunta, los doctores, que no podían ni querían insistir demasiado en la segunda opción, volvieron a explicarle las posibilidades inexistentes de que Carlos algún día despertara.  No sabían como decirle, sin perder la ética, que mantenerlo conectado a aparatos que hacían todo por el, ya fuera en el hospital o en su casa, seria una perdida de tiempo y solo se ponía en riesgo de prolongar su sufrimiento inútilmente.  Alexis les dio las gracias por la platica y les dijo que pronto les informaría de su decisión.  Necesitaba tiempo para pensar que seria lo mejor para Carlos y para ella sin con el menor sufrimiento posible.

July 18, 2012

Y cuando se dice adios...(Parte 2)


Como ya sabia de las personas que escuchaban a sus familias aun cuando estaban en coma, Alexis le leia a Carlos todos los días.  Empezó con las novelas que tenían en casa –romances, autobiografías, novelas históricas y hasta novelas eróticas.  Después hablo con Roberto, el jefe de Carlos, y le comenzó a leer los manuscritos que le hubieran tocado leer y evaluar a Carlos.  Alexis no quería que Carlos se quedara fuera de la jugada en su trabajo y platicaba con el sobre los manuscritos.  Todas las mañanas veían las noticias mientras ella ayudaba con la terapia física para que sus músculos no se deterioraran y por las tardes veían películas o algún programa de televisión.  Lentamente Alexis fue creando su vida en el hospital alado del hombre que ella amaba.  Cada otro día le rasuraba la barba y diario tomaba una siesta en los brazos de Carlos.  Los días que los doctores no mostraban esperanzas, Alexis se peleaba con Carlos y le reclamaba todo su descuido y su ausencia.  Al principio las enfermeras del hospital se espantaban pero como fueron pasando los días entendieron la situación –Alexis extrañaba a Carlos y temía que cada día que el no mejoraba convertía en realidad la decisión que tendría que tomar ella –mantenerlo en coma o “desconectarlo.”  ¿Como podría ella desconectar al amor de su vida? ¿Como podría tomar la decisión de apretar un botón y dejar morir a la persona con la que ella tenia planeado compartir su vida? ¿Como sobreviviría sin el?  Era mas fácil para Alexis seguir “una vida” con Carlos en el hospital continuando su rutina que le daba a ella mucha seguridad y confianza.  Ella podría seguir toda su vida con Carlos aunque fuera en el hospital.  Se imaginaba instalándose en el hospital con su computadora y cuadernos de dibujo para seguir escribiendo y platicarle a Carlos que escribía.  También se imagino llevarse a Carlos a su casa, junto con todos sus aparatos y cama hospitalaria, para tenerlo en el lugar donde los dos compartían su vida y su intimidad. 
            Alexis se imaginaba todo esto como si en realidad pudiera realizar esta fantasía pero muy dentro ella sabia que las cosas no podían ser así.  ¿Pero como podría empezar el proceso de dejar a Carlos después de todo lo que habían vivido juntos? Alexis sufría de depresión y cuando conoció a Carlos, sus ataques depresivos eran muy fuertes y repentinos.  De un segundo a otro, Alexis podía cambiar felicidad por tristeza y quedarse en esa tristeza por días.  Se alejaba de sus amistades y su familia y no podía levantarse para comer ni para escribir.  Muy pocas veces considero suicidio pero esto solo era un pensamiento que le pasaba por la mente y en un segundo se desaparecía.  Cuando conoció a Carlos, Alexis dudo mucho en empezar una relación con el por estos problemas pero Carlos le pidió tiempo.  Ninguno de los dos quería crear una dependencia de Alexis hacia Carlos para solucionar su depresión pero Carlos estaba seguro que podría ayudarla.  Cuando Carlos tenia 23 años, el sufrió varios meses de depresión y desesperacion porque estaba en un punto en su vida en el que el no sabia que hacer con su vida.  Sabia que quería una vida en el medio literario y cultural pero no estaba seguro de cómo podía llegar a un buen trabajo con tanta competencia y muy poca experiencia. Carlos no tenia mucho tiempo ni dinero para darle mucha consideración a este problema pero la depresión se apodero de su mente y le nublo su visión de lo que quería de su vida.  Carlos comenzó a alejarse de sus amigos y a provocar fuertes pleitos con su novia Susana para evitar solucionar el problema.  Susana y Carlos tenían algunos años de novios y acaban de rentar un departamento juntos cerca de la universidad.  Habían platicado de sus futuros y tenían un plan de vida muy ambicioso: en un año estarían los dos ya trabajando y planeando su boda junto con la compra de una casa en alguna zona buena de la ciudad para empezar su familia.  Susana era el tipo de mujer que tenia muy claro lo que quería de su vida y en cuanto tiempo y cuando la relación con Carlos se formalizo, ella decidió casarse con el y comenzar con sus planes para su vida adulta.  Al principio Carlos estaba muy convencido de que ese plan también llenaba sus metas en su vida y puso todo de su parte.  Unas semanas antes de que se mudaran a su nuevo departamento, Carlos invito a Susana a cenar en un restaurante muy “chic” en el cual esperaban algún día cenar una vez a la semana (sus ingresos en este momento lo hacían mas que un lujo pero dada  la ocasión, Carlos decidió que seria el mejor lugar).  Durante el postre, Carlos saco una pequeña caja de anillo con un terciopelo color vino y Susana sabia exactamente que significaba eso.  Carlos nunca recordó haberle preguntado a Susana que se casara con el y tampoco la sintió muy emocionada.  Si, Susana estaba muy feliz de que Carlos quisiera compartir su vida con ella, pero para ella, esto era solo una formalidad para algo ya planeado y previsto en sus planes.  Y por esta misma razón Susana no soportaba a Carlos durante su depresión.  Cada día sin lograr el siguiente paso era una demora y un retrazo al plan que los dos ya tenían muy hablado pero en lugar de motivarlo y darle tiempo para recuperarse, Susana se frustraba y se lo hacia saber a Carlos una y otra vez hasta que después de cuatro meses de pleitos y noches de llanto, Susana se dio cuenta que Carlos no era para ella y se fue.  Empaco su ropa en sus maletas, guardo sus libros y pertenencias en cajas y se fue de la casa en silencio.  Después de todo lo que se habían dicho entre pleito y pleito, ya no había mas que decir. Pero por fortuna, este rompimiento no empeoro la situación de Carlos.  Los primeros días si fueron difíciles; se acordaba de lo que se habían dicho y se sentía culpable de no ser el hombre que Susana quería pero después de mucha reflexión, se dio cuenta que este rompimiento era justo lo que necesitaban los dos.  En pocas semanas Carlos volvió a la vida y todo el tiempo que se la paso durmiendo y triste se lo dedico a buscar trabajo en áreas que le interesaban aunque no incluyeran un gran sueldo.  Para pagar la renta y su comida, comenzó a trabajar en una librería cerca de su casa y aprovechaba las mañanas tranquilas para estudiar y leer y en una de estas mañanas fue cuando conoció al que seria un fiel amigo y su futuro jefe, Roberto. Carlos estaba terminando de leer una novela que había encontrado mal puesta en los libreros que no era muy famosa porque la editorial no le veía mucho potencial.  Cuando la termino, Carlos estaba asombrado del contenido y de la creatividad del escritor y Roberto se acerco a platicar con el.  En unos cuantos minutos, estaban los dos tomando un expreso y platicando sobre literatura y los problemas que había con la censura de las editoriales; si el libro no era un éxito garantizado y de un autor ya muy renombrado, no se imprimía.  Roberto termino tan impresionado durante la platica que de inmediato le ofreció un trabajo a Carlos en su editorial.  Era una empresa pequeña y no pagaba mucho dinero de antemano a los escritores pero les garantizaba todo su esfuerzo y apoyo para hacer sus publicaciones conocidas.  Roberto no podía conseguir  buenos editores que trabajaran con el porque el salario que el prometía era muy poco para lo que otras editoriales pagaban y el prestigio era casi inexistente pero Carlos no dudo.  Le advirtió a Roberto que talvez no podría dejar su trabajo en la librería para compensar sus gastos pero estaba mas que dispuesto a empezar.  Y fue así como Carlos encontró el trabajo de sus sueños y en unos cuantos años la editorial creció en publicaciones y prestigio y fue así como un día conoció a Alexis y la ayudo a superar su depresión.  Poco a poco le fue recordando de todas sus virtudes y cualidades por las cuales ella no tenia razón de desperdiciar su vida hundida en lagrimas y desesperacion.  Le costo mucho trabajo a Alexis dejar que Carlos la ayudara porque varios años de depresión la habían convertido en una mujer muy reservada en cuestiones de su vida personal.  Ella podía platicar de literatura y arte con cualquiera pero hasta con sus mas cercanas amigas era muy difícil platicar de los fantasmas que la perseguían en las noches largas de su depresión.  Pero poco a poco Carlos le fue demostrando su cariño y su honestidad y eso la hizo confiar en el plenamente hasta que unos meses después de que se conocieron ella logro romper la barrera que había creado para protegerse y lo dejo entrar a su corazón y a su vida sin ningún remordimiento.