July 29, 2011

La Caravana por la Paz

Los inmigrantes centro americanos que pasan por nuestro país para llegar a la frontera con Estados Unidos son verdaderos héroes. Estas personas valientes, la mayoría hombres jóvenes, entran por nuestra frontera sur para lo que será una verdadera aventura en la cual solo con suerte o poder divino, logran llegar al norte del país y, una vez mas, estarán en peligro para cruzar a Estados Unidos.

En el trayecto de Mexico, tienen que subir al techo de los vagones del tren para poder viajar y acercarse a su meta. En este trayecto, el cual es por zonas desiertas de la república, los inmigrantes son extorsionados, estafados, golpeados y hasta obligados a unirse a la delincuencia a cambio de seguir su camino. Estoy segura que varios mueren en este trayecto. Entre los peligros de subir y viajar sobre el tren, de pagar para sobrevivir, y tener que ser parte de una vida delictiva, los pocos que llegan están a un paso de la gloria.

Pero el ultimo paso es igual de peligroso y costoso que el de cruzar nuestro país. A un costo aproximado de $1,500 dólares ($18,000 pesos que equivalen a 300 salarios mínimos), estas personas que ya han sufrido y sobrevivido situaciones extremas tienen que cruzar el desierto con un pollero de guía que, si tienen suerte, logrará llevarlos a Estados Unidos.

Nada en este viaje tiene algún tipo de garantía, a parte de enfrentar violencia y sufrimiento. Los hombres que deciden tomar esta ruta para mejorar sus vidas tienen que trabajar o sacra prestamos para juntar el dinero que tal vez les ayude a cruzar a Estados Unidos y empezar una vida nueva en donde su estatus como inmigrante ilegal los convierte en fugitivos y víctimas de abuso por parte de las personas que les da empleo y de las autoridades americanas que cada día son mas violentas y autoritarias.

Yo no sé si en realidad valga la pena lidiar con todo esto para llegar a Estados Unidos. Soy muy afortunada de no vivir con carencias y pienso que arriesgarme a morir para llegar a un lugar donde los inmigrantes son considerados una plaga para erradicar, no vale perderme de vivir en mi país, cerca de mi familia y, donde bien o mal, tengo la libertad de pertenecer, solo por ganar unos cuantos dólares.

Y así como todos los países que son víctimas de la migración tiene que hacer propagandas sobre los riesgos, también deben de cuidar a estas personas. Las personas que cruzan Mexico para llegar a Estados Unidos no tienen por qué sufrir y poner sus vidas en riesgo mientras están en nuestro territorio. No pretendo que el gobierno los ayude a cruzar, pero si que se asegure que ninguna ley es violada para lastimarlos. Todas las personas que entran a nuestro país, ya sea de visita o solo de paso, tienen el derecho de tener una estancia segura y nosotros estamos obligados a garantizar esa seguridad. La caravana por la paz que encabeza el sacerdote Tomás Gonzalez es muestra de que los mexicanos no queremos que mas vidas se pierdan por el descuido de las autoridades responsables de nuestra seguridad. Es hora de que apoyemos a las personas que sufren a causa de la violencia del crimen organizado sin importar su ciudadanía.

Articulo de El Universal